SAUDADE: El renacer de la mirada
La desnudez que proviene del sufrimiento es absoluta, la piel parece voltearse y quedamos sin blindaje, sin protección ante el frío punzante de la pena, con el corazón expuesto a expensas de un roce para arder aún con más fuerza.
Esa introversión profunda brinda la oportunidad de resurgir irradiando desde dentro, humanizados, con la mirada en paz y limpia.
La poeta Maya Angelou decía que “toda nube trae consigo un arcoíris”, y tanto mejor si ese arcoíris es la propia alma, más noble y genuina, más abierta y compasiva, consigo y con los demás.
Si la tristeza, como revés de la alegría –que puede ser tan altanera-, nos impulsa a despabilar el amor, el perdón, la empatía y la consideración, bienvenida sea.
De esa mirada horizontal, sin armadura, cualquiera que sea su fuente -la nostalgia, la meditación, la oración, el arte o la intención consciente- depende la sostenibilidad de la vida colectiva.
Ginny Taulé
"Saudade: el renacer de la mirada"
Premio de Instalación en la 28 Bienal de Artes Visuales
Museo de Arte Moderno
Santo Domingo